miércoles, 20 de diciembre de 2017


El gordo que se nos viene encima


José Joaquín Rodríguez Lara


Hay gente convencida de que el agujero abierto por la primera bomba es el lugar más seguro para esconderse durante un bombardeo aéreo, pues resulta prácticamente imposible que dos bombas, y no digamos tres o más, caigan en el mismo punto.


Me parece a mí que durante un bombardeo aéreo no se está seguro ni en el avión, pero algo tendrá el agua cuando la bendicen.


En el bombardeo de millones que conlleva todo sorteo navideño de la lotería nacional, la gente busca los agujeros abiertos por los bombos en los sorteos anteriores, pero no para huir de las bombas. Todo lo contrario. Lo que busca es que le caiga encima el Gordo; que estalle sobre sus carnes como una piñata de millones, de cava y de grititos ante las cámaras. Aquí tocó el Gordo el año pasado, pues aquí compro yo mi décimo para este año.


La fe mueve millones. Casi siempre del bolsillo de quienes tienen menos a la caja registradora de quien más tiene, pero millones al fin y al cabo.


Y hay agujeros que se apuntan a muchos bombardeos. Por ejemplo el 5, número que ha cerrado el premio gordo de Navidad en 32 ocasiones. El que más hasta la fecha.


El 5 es un número virtuoso, porque en el centro está la virtud y, del 0 al 9, el 5 es un número centrado. Tan centrado como el 4 que es la segunda cifra con más terminaciones en la historia del Gordo de Navidad. Exactamente 27, las mismas que el 6. Decididamente, al Gordo le gusta caer en el centro de la diana. En Madrid, por ejemplo.


¿Será esta la razón por la que el Gordo viene tan pocas veces a Extremadura, porque esta es una tierra de extremos? No lo creo. Los extremeños no somos extremistas. Si vivimos en la punta del mapa es porque se empeñan en arrinconarnos. Y desde mucho antes de que se inventase la lotería nacional. Extremadura suele llevar todas las papeletas para que no le toque nada. Nada bueno. Es su sino.


Bien claro se lo dijo Rubén Blades a Pedro Navaja: “si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos”.


Hay números en los que nunca ha caído el Gordo. En cambio otros, nacieron para millonarios. El 15.640 y el 20.297 son los únicos números agraciados con el primer premio en dos ocasiones. El primero en 1965 y en 1978, y el segundo en 1903 y 2006.


Si en la teoría del bombardeo hay algo de verdad, el Gordo de este año tiene que caer en Tarragona, Ávila o Zamora y, además, debe tocarme a mí. A ninguna de esas tres provincias españolas, ni tampoco a mí, nos ha tocado jamás el Gordo. Y ya nos toca.


Es posible que a usted tampoco le haya tocado nunca, pero, créame, yo lo vi primero. Tenga paciencia.



(Sexto artículo publicado en extremadura7dias.com,
el 19 de diciembre del año 2017.)

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