sábado, 7 de mayo de 2016

Nómadas


José Joaquín Rodrígue Lara


Mongoles deshaciendo su casa.

Cuando la hierba escasea, los mongoles de Mogolia cargan la yurta y demás enseres en sus resistentes caballos, carean sus rebaños y viajan decenas y decenas de kilómetros hasta encontrar nuevos pastos para su ganado. Les mueve la búsqueda de comida. Los mongoles son nómadas de toda la vida.


Traslado de una casa en USA.

Si un norteamericano de los Estados Unidos de Norteamérica se queda sin empleo, desenchufa su casa, con las camas hechas y los demás muebles en su sitio, la monta en un camión y viaja durante centenares de kilómetros, con la vivienda a cuestas, cruzando ciudades, condados y estados, hasta llegar a un nuevo empleo que le asegure el sustento. Los norteamericanos son nómadas desde que, buscando comida, invadieron las grandes llanuras indias del Oeste a bordo de sus carromatos.


Huevos cocidos, elemento básico en el equipaje del nómada español.

Mientras un español de España trabaja, en España, se pasa las horas y los días calculando el tiempo que le falta para montarse en el coche -con los huevos duros, la tortilla de papas y las croquetas empaquetadas en la nevera de plástico, azul-, dispuesto a viajar durante el tiempo que sea necesario hasta llegar a la playa, a una casa rural, a la vivienda de los abuelos en el pueblo, al chalé de las afueras o a cualquier otro lugar al que sea necesario llevar comida para subsistir. Los españoles somos nómadas desde que se inventaron las fiambreras y los fines de semana.



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