miércoles, 28 de mayo de 2014

- El extremeñismo militante no es una ideología,
 es una emoción.


Presentación del libro 

“LA BURRA CON GPS Y OTROS AVÍOS DE COMER”,

de José Joaquín Rodríguez Lara

en la Feria del Libro de Badajoz del año 2014

Justo Vila Izquierdo, escritor.
(Imagen bajada de Internet)


por Justo Vila



Joaquín Rodríguez Lara nació en el pueblo de Francisco de Peñaranda, el emparedador y salvador de los diez libros impresos y un manuscrito perseguidos por la Inquisición que le han dado fama mundial a Barcarrota. Haber nacido en Barcarrota imprime carácter; como lo imprime la generación en la que el autor vino al mundo, la de mediados de los años cincuenta.

Licenciado en Ciencias de la Información en Madrid, JRL lleva tres décadas dedicado al periodismo en prensa, radio, tv y medios digitales. Y más de 30 años escribiendo poemas, cuentos y novelas. 
A la edad de 24 años publica su primer libro, un poemario titulado “La tierra al fondo”. Un año después se alza con el premio Felipe Trigo con “El Conchito” y con el premio internacional de cuentos de Lena con “La casa al borde del camino”. Veinticinco años más tarde publica la novela “Gayola”, con una acogida magnífica por parte de crítica y lectores.


“La burra con GPS y otros avíos de comer”, el libro que hoy presentamos, no es poesía, ni ensayo, ni cuento, ni novela; no se puede encasillar en ninguno de los géneros literarios, pero los abarca todos a la vez, incluido el reportaje periodístico.

En este libro “hay mucho de memoria”, se puede leer en la contraportada del mismo, “y bastante desmemoria”…


Y es que, como dijera Gabriel García Márquez poco antes de morir, “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.


En esencia, toda la literatura que se hace es literatura de la memoria. Un escritor, frente a la cuartilla en blanco o frente a la blanca pantalla del ordenador, cierra los ojos y va con su memoria hacia atrás para rescatar de ella lo más valioso y esencial de su pasado. Y lo que brota de la memoria, en primer lugar son los símbolos primeros, los arquetipos que se habían fijado en la infancia y la adolescencia, etapas de la vida que son fundamentales para la formación estética del escritor.


En este caso, memoria de los años de la infancia y adolescencia vividos en el medio puro de la naturaleza extremeña, más concretamente en los Llanos de Olivenza y dehesas del Suroeste.
Joaquín Rodríguez Lara es un escritor que sabe contemplar e interpretar, viendo en lo local lo más universal. Joaquín logra hacer del paisaje de su memoria el “centro del mundo”, para, más tarde, hoy, gracias al poder evocador de la memoria, hacernos entrega de la joya que presentamos…


Del viaje de Joaquín hacia el pasado van brotando una serie de símbolos que, bien entramados y desarrollados –pasados al blog y más tarde al papel- dan lugar a la obra literaria. Una obra, “La burra con GPS”, que no solo nace para testimoniar, distraer y divertir, sino que responde a razones mucho más profundas.


Su mirada sobre el paisaje de su infancia no conduce –aunque lo parezca- a lo rural, a lo geográfico; no le “duele” el paisaje como a los autores de la Generación del 98 les “dolía” España. La naturaleza que aquí se recrea es, ante todo, un símbolo, una forma de enfrentarse a la vida, de relacionarse con el entorno.


RL no esconde su humanidad cuando escribe; no es uno de esos escritores asustadizos, azorados, que temen que su propia humanidad entre en contacto con la humanidad de los lectores, sino todo lo contrario.

Hace mucho tiempo, desde "El Conchito" al menos, que intuye que la literatura de buena parte de los escritores europeos está divorciada de la vida y que el escritor que él quiere ser sólo puede surgir del reencuentro con la cultura popular.


No olvida sus orígenes y vuelve a ellos, logrando así algunas de las claves que le permitirán integrar literatura y realidad. Creo que él y yo coincidimos al pensar que la fuerza creadora viene de la oscura imaginación del pueblo y que la obra literaria auténtica nace de la colaboración entre el talento del escritor, el entorno familiar y la tradición anónima. “La burra con GPS” es buena prueba de ello.


Si la patria del escritor es su infancia, su capital es la lengua, la que uno mamó de crío. La infancia del escritor es como una especie de fuente, que no cesa de manar y de proporcionarle información.
La vida en los años sesenta, en el campo extremeño, era muy humilde, llena de carencias, pero a la vez el pueblo era un palpitante microcosmos en el que el niño podía vivir la plenitud.


Si en su novela "Gayola", los personajes se mueven entre Olivenza, Madrid y Portugal, en “La burra con GPS” lo hacen entre Los Llanos de Olivenza, la dehesa de Sierra Suroeste y Badajoz, con alguna escapada a Madrid. Es decir, infancia, juventud y cañas…; quiero decir y canas…


El libro, que contiene una veintena larga de relatos y casi diez microrrelatos o jirones, engancha al lector desde la primera frase: “Mucho antes de que la tv llegase a mi pueblo, Barcarrota, yo ya tenía abuela. Con dos canales: abuela Julia y abuela María” (Cierro comillas). La abuela Julia era diestra en adobar matanzas y en hacer punto y ganchillo. La abuela María sabía curar a los alunados con aceite, agua y oraciones; y además era experta en romances y trabalenguas, con los que entretenía a los críos… (el prototipo de abuela; la abuela universal).

En el capítulo titulado "El tiempo escrito con ceniza", cuenta Joaquín que su primera maestra se forraba las piernas con revistas para que no le salieran cabrillas al arrimarse al brasero de picón… Pero, no vayan ustedes a creer… A continuación avisa de que era una maestra de las de verdad, de carrera, con su bola del mundo, sus dos mapas de España, un Jesucristo crucificado, un Franco y un José Antonio –los tres muy serios en su trinidad-, un encerado con su tiza y dos cabezas –la de un negro y la de un chinito-, cada una con su ranura en la mollera, que servían para recaudar los cuartos con los que convertir en cristianos a los niños pobres del mundo… “¿Y por qué no los bautizan de balde?”, recuerda que preguntó un día la Ignacia, una niñita rubia y muy guapa, contentísima de haber nacido en Barcarrota…

El paisaje de la infancia del autor está habitado por toda una serie de animales entrañables, como La Singa, una galga averdugá en negro, que quitó mucho hambre en el cortijo de La Cocosa; o como una gata que le hacía la competencia a La Singa a la hora de cazar conejos; y una burra, a la que sólo le faltaba hablar idiomas, si es que no los rebuznaba.

“La burrina de tía Felisa", escribe Joaquín, “era rucia, mansita, pequeña, peluda y suave, pero no se llamaba Platera. La llamábamos la burra, así, a secas”.
Joaquín se acordó de la burrina de tía Felisa al toparse con su primer GPS, que si no era un tontón se le parecía mucho… Y recuerda con nostalgia que, para GPS-GPS el de la burrina de tía Felisa, que te subías en ella, la ponías hacia poniente, le decías “arre” y te llevaba a Valverde de Leganés por el camino más corto y llano; o la ponías hacia Oriente y te llevaba hasta Almendral sin rodear lo más mínimo. Aquello sí que era un GPS…


Decíamos que Joaquín navega entre Los Llanos de Olivenza y la Dehesa de la Sierra Suroeste y que en alguna ocasión escapa hasta los Madriles, para recordar sus años de estudiante y su participación en las carreras de los cuatrocientos metros vallas o los mil quinientos metros lisos delante de unos atletas grises impresionantes, empeñados en disputar el medallero de tan singular olimpiada a los alumnos de periodismo… 

Y, a saltos de edad, arriba a Badajoz, donde se asienta y, con el paso de los años, se recrea en un lugar elevado no sólo por él a la categoría de mítico, la Sala Mercantil, plaza pública de los conciertos, dice, puerta para huir del mundo y encontrarse con los que huyen.


Un tercio de las historias del libro están relacionadas de una u otra forma con la Sala Mercantil, algunas compartidas con compañeros de profesión, como la del pianista manco, que sabe Dios cómo se las arreglaría cuando hubiera que tocar a dos manos; o la de los intentos de ligar del que tocaba el contrabajo, que nunca supo qué hacer con el instrumento (quiero decir con el contrabajo), cuando se le acercaba alguna chica…

En fin, no querría terminar sin leerles unas líneas de este librino enorme:
Pág. 71 (UN MAR DE NATA)

lunes, 26 de mayo de 2014

Calabacín a la carrera con huevo


Hace cuarenta años que no pruebo este plato, pero su sabor aún me impregna el paladar con muy gratos recuerdos. La receta es de mi hermano Antonio; la creó un caluroso día de junio en Badajoz (Unión Europea).

Nuestro padre estaba entonces trabajando en Alemania, nuestra madre y nuestras hermanas vivían en Barcarrota, yo estudiaba periodismo en Madrid y mis hermanos Antonio y Servando, que habían dejado los estudios, se preparaban para la vida laboral, en Badajoz. Se alojaban en una casita que había alquilado mi madre en una barriada periférica pacense. La calle no tenía nombre propio. Se llamaba 'traseras de la calle Linares' y sólo tenía una acera, pues las casas que hay actualmente en uno de sus costados aún no existían. Las 'traseras de la calle Linares' tenían casas a un lado y el horizonte de los campos de cultivo al otro.

Yo pasaba unos días con mis hermanos en aquella casa y conmigo estaba mi amigo Juan José, que se encontraba de visita en la capital pacense. Llegó la hora de la comida, abrimos el frigorífico y sólo había un huevo. Nada más. Ni carne, ni pescado, ni sopa, ni queso, ni fiambres... Aquel día ni siquiera había pan en la casa. Sólo un huevo de gallina, mondo y lirondo, para cuatro personas.

Ni corto ni perezoso, mi hermano Antonio salió a la calle, miró a un lado y al otro de la acera para cerciorarse de que no había vecinos en la costa, cruzó la tierra playera apisonada por los vehículos y se metió en el mar verdeamarillo del sembrado: un campo de calabazas. Sin perder ni un segundo arrancó los dos o tres calabacines que le cayeron más a mano, se los puso bajo el brazo y a la carrera regresó a la vivienda.

Al verle correr desbocado hacia el umbral, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante y los calabacines bajo los brazos, es fácil suponer que parecería un jugador de rugby lanzado hacia la línea de ensayo, pero no; yo lo recuerdo más como un avión de caza lanzándose en picado, cargado de bombas, contra un objetivo: el buen apetito de nuestros 16/18 años.

El calabacín es una calabaza que aún no ha madurado,
 por lo que es más tierno que su hermana mayor.
 (Imagen publicada por
  hogar-y-jardin.practicopedia.lainformacion.com)
Ya en la cocina, lavamos los calabacines para quitarles el polvo, los pelamos, los troceamos y los pusimos al fuego en un perol con un chorro de aceite, un diente de ajo y un poco de sal. Cuando la hortaliza estaba casi sofrita, mi hermano batió el único huevo que había en el frigorífico y se lo añadió, removiendo a continuación el contenido del perol.

Con aquel plato comimos ese día cuatro personas. Estaba tan apetitoso que no sobró ni una migaja. Yo lo recuerdo como un manjar.

Las migas del plato


Primero.- Para que este plato salga bien hay que tener cerca un campo de calabacines propiedad de una persona ajena a los comensales, pues de lo contrario el plato que, no lo olvidemos, se llama calabacín a la carrera, se desvirtúa. Si los calabacines están lejos, se gastará más energía corriendo que la repuesta al comerlos, con lo que perderemos en la operación. Y si no hubiese necesidad de correr porque el sembrado fuese tuyo o de un amigo, el plato ya no podría llamarse a la carrera.

Segundo.- Es importante que antes de cocinar este plato se tenga hambre y no haya otra cosa para comer, pues de lo contrario la receta pierde mucho.

Tercero.- La cantidad de calabacín que lleva el plato es opcional y depende de la capacidad de acarreo que tenga el cocinero, pero es importante controlar el ingrediente proteínico de la receta. De huevos, los justos; ni uno más, ni uno menos. Si no le pones huevos, el plato no sale adelante, y si te pasas echándole huevos, tendrás tantos calabacines ajenos que sólo comerás calabacín.

Buen provecho.


José Joaquín Rodríguez Lara





martes, 20 de mayo de 2014

Sobran regionalismos


José Joaquín Rodríguez Lara


Extremadura tiene menos extremeñistas de los que necesita y más regionalismos de lo que le conviene. En la región hay varios partidos regionalistas en un estrecho sector del arco ideológico. Esa profusión es una especie de hipertrofia originada por carencias que se remontan al siglo pasado, y que se concretan en el arranque de la transición hacia la democracia, cuando Enrique Sánchez de León funda AREX (Acción Regional Extremeña), en noviembre de 1976, y la desenfunda, en abril de 1977, para entrar en la UCD (Unión de Centro Democrático) con derecho a ser ministro. AREX era un partido "demócrata y social de actitud progresista y reivindicativa para la promoción integral de Extremadura". Wikipedia dixit. No hay otra formación política que, en menos tiempo, haya sembrado más ilusiones y haya causado más desencanto en toda la historia de Extremadura.


¿Por qué no ha tenido jamás esta tierra un partido regionalista, uno, con suficiente peso para poner una pica, aunque sólo sea una, en el Congreso de los diputados? Seguramente las causas son muchas y una de las principales sea la desunión. Ya lo dijo Gregorio de Salas (1729), que por ser extremeño y de Jaraicejo (Unión Europea), algo sabría de ello: "Espíritu desunido,/ anima a los extremeños,/ jamás entran en empeños,/ ni quieren tomar partido/ cada cuál en sí metido;/ y contento en su rincón,/ aunque es hombre de razón,/ vienen a ser por pereza/ los indios de la Nación".

El "espíritu desunido" debe de ser más pernicioso para el regionalismo que el aislamiento marino, que la mismísima insularidad atlántica, pues en el archipiélago canario hay un partido, Coalición Canaria, que no sólo gobierna su comunidad autónoma, desde su fundación en 1993, además de varios cabildos, sino que no pocas veces ha contribuido a equilibrar o desequilibrar la balanza del poder en Madrid. Y su origen no puede ser más heterogéneo y variopinto. Coalición Canaria es una formación política que agrupó a partidos nacionalistas, excomunistas, insularistas y conservadores del archipiélago. Wikipedia dixit. ¿Qué mantiene unido a semejante conglomerado ideológico? Será el plátano, que tiene mucho potasio.

La bellota, la tenca, el jamón, la torta de oveja, la ternera retinta y el cabrito verato carecen sin duda de propiedades aglutinantes y el extremeñismo de base y el regionalismo político extremeño se diluyen en el archipiélago de las siglas partidarias.

El mejor ejemplo está en el Parlamento regional. Tres candidaturas consiguieron escaños en las últimas elecciones autonómicas y en cada una de ellas había su roción de extremeñismo y su cachito de regionalismo. Y la explicación es muy sencilla: todos y cada uno de sus diputados quieren lo mejor para Extremadura, porque son extremeñistas, y en todas y cada una de las candidaturas hay uno o varios partidos regionalistas. Con IU/Verdes iba SIEX (Socialistas Independientes de Extremadura). Socialistas, sí, pero independientes y de Extremadura, también. Cuando IU permitió que Monago fuese investido presidente, SIEX, cuyos líderes proceden del PSOE, abandonó la coalición.

Compartiendo candidatura con el PSOE iba PREX/CREX, que no es un partido, sino dos, aunque actúa como si fuese un solo partido aparentemente partido en dos. Y todo ello bajo la marca Coalición Extremeña Regionalistas Extremeños, aunque, en realidad, sus siglas significan Partido Regionalista Extremeño (PREX) y Convergencia Regionalista de Extremadura (CREX). Wikipedia dixit. A mitad de legislatura rompió con el PSOE y desde entonces forma el grupo mixto, a pesar de que mantiene una fuerte querencia a las tablas de la balsa socialista.

Con el PP fue a las urnas, y ahí sigue, Extremadura Unida, partido regionalista que ocupa un escaño en el grupo del Partido Popular. Es la más veterana y reconocible de todas las fuerzas regionalistas extremeñas, aunque está muy lejos de ser lo que fue.

Es decir que en Extremadura hay extremeñistas de todas las ideologías y regionalistas... Seamos serios, regionalistas hay demasiados. Y, además, mal avenidos. Lo que escasean son propuestas regionalistas serias, estrategias y actitudes en las que el proyecto Extremadura surja de la cabeza y no del corazón.

lunes, 19 de mayo de 2014

- Si los políticos españoles insisten tanto en exigirle a los adversarios

 que pidan perdón por sus errores,

 si están tan interesados en el arrepentimiento del contrario

 es porque temen que acierte y no puedan cebarse con sus fallos.


jueves, 15 de mayo de 2014

Monago sale del terremoto fortalecido


José Joaquín Rodríguez Lara


Extremadura y su realidad política acaban de ser sacudidas por el anuncio, la presentación y el debate de la moción de censura del PSOE contra el presidente José Antonio Monago y su Gobierno. El terremoto no ha derribado al Ejecutivo popular pero, como todos los seísmos, ha causado preocupación y daños, tanto materiales como personales.

El susto casi se ha pasado, las pérdidas materiales le corresponde evaluarlas a la administración y los daños a las personas aún no están a la vista, pero tarde o temprano se verán.

Tras los debates siempre se buscan vencedores y vencidos. El ganador de este movimiento sísmico está muy claro: es José Antonio Monago, presidente del Gobierno de Extremadura. El ex presidente Guillermo Fernández Vara, que pretendía derribarle y convertirse en presidente del Ejecutivo regional, no lo ha conseguido y, por lo tanto, es el derrotado.

Además, Monago sale del terremoto robustecido y con él, su Gobierno. En dos momentos claves de la legislatura, en la sesión de investidura y en el debate de la moción de censura, Monago ha logrado que Izquierda Unida se abstenga y le deje gobernar. Sin duda es un éxito personal y una realidad inimaginable hace solamente tres años.

Y si Monago sale fortalecido del movimiento sísmico que ha supuesto la moción de censura, cuyas resultas, las réplicas, aún no han concluido, los tres diputados de IU/Verdes han vuelto a demostrar que tienen los cimientos hondos y están hechos a prueba de terremotos. No pudo con ellos el acoso que soportaron en los días previos a la sesión de investidura de Monago, no los han agrietado los embates que, en lo que va de legislatura, les han llegado desde la bancada socialista y han vuelto a resistir la enorme presión que supone ser la piedra clave, ese oscuro objeto del deseo, en el arco parlamentario extremeño. Se ha dicho que la moción no iba contra Monago, sino contra IU, para poner de manifiesto su cercanía al PP. Pero IU no se ha dejado amedrentar y ha insistido en que no está con unos ni con otros. "Ni Cánovas, ni Sagasta" exclamó el diputado Víctor Casco cuando iba a proclamar su abstención decapitando con el filo de una palabra la posibilidad de un cambio en el poder.

No puede decirse lo mismo de PREX/CREX (Partido Regionalista Extremeño - Convergencia Regionalista de Extremadura), el otro grupo minoritario con presencia en la Asamblea autonómica. PREX/CREX concurrió a las elecciones en coalición con el PSOE; obtuvo dos escaños; hizo labores de oposición desde el grupo socialista durante algo más de dos años; se desgajó de él; le propuso a Vara que presentara una moción de censura y el líder de los socialistas extremeños no le hizo caso. PREX/CREX fue la primera fuerza política en decir que ahora no tocaba presentar una moción contra Monago y terminó apoyándola pero, antes de votar sí, pretendió arrejuntar a las partes en conflicto instando a Vara a que retirase la moción de censura y a Monago a que hiciese un gobierno de concentración, como si Extremadura estuviese agonizando. Es lo más parecido al chalaneo, a la actividad del corredor de ganado, que se ha visto en la tribuna del parlamento extremeño. Nadie le hizo caso, así que PREX/CREX está también entre los derrotados de una iniciativa parlamentaria que cada minuto que pasa parece más un anticipo de la próxima campaña electoral que el debate de una auténtica moción de censura.

Tanto Vara, candidato a la presidencia de la Junta, como Valentín García, portavoz del grupo socialista, afirmaron desde la tribuna parlamentaria que con el debate comienza el cambio. No explicaron en que consistirá ese cambio, ni tampoco si se producirá en el PSOE, en sus relaciones con IU y los demás partidos, en el rumbo del presidente Monago o en cualquier otro parámetro, pero lo cierto y verdad es que, por ahora, todo queda prácticamente igual que estaba. Eso sí, hemos vivido y pagado una experiencia histórica. Hacía 27 años que uno no asistía como periodista a algo parecido.

martes, 13 de mayo de 2014

lunes, 12 de mayo de 2014

jueves, 8 de mayo de 2014

In memóriam

                                                                              José Joaquín Rodríguez Lara


Cinco corazones niños,
cinco estrellas,
cinco anhelos,
cinco dolores de muerte,
cinco muertes sin consuelo,
cinco planetas de luto
y todo el luto del cielo
para coser esta herida,
para levantarnos del suelo,
para abrazarnos a la vida
llorando por los que se fueron,
y nos dejaron perdidos
sin sus risas, sin sus sueños,
sin su alegría de vivir
y sin saber vivir sin ellos.
Que desde Herrera a Monterrubio,
a Benquerencia y más lejos
suenen en todos los campos
y lloren en todos los pueblos
las campanas del cariño
y los silencios del respeto,
por estos cinco chiquillos,
cinco críos extremeños,
que se quedan sin balón
y jugarán con luceros.
Se van los cinco, se van
entre llantos compañeros,
pero también se nos quedan
sembrados en el recuerdo
cinco corazones niños,
cinco hijos,
cinco nietos,
cinco llagas en el alma,
cinco heridas en el verso
que nos desgarran por fuera,
que nos devoran por dentro.


(De mis poemas sin libreto)



La moción de censura de Vara contra Monago


José Joaquín Rodríguez Lara


La presentación de una moción de censura contra un gobierno es una iniciativa perfectamente democrática que está recogida y regulada en el ordenamiento jurídico español, tanto en el ámbito estatal como en el autonómico, así como en el local. Por lo tanto, hacer uso de esa figura no debe ser considerado ni un acto ilegítimo ni tampoco extravagante.

Una moción de censura empieza a tener consecuencias desde el mismo instante en el que se anuncia su presentación y con tal trascendencia que, ese mera circunstancia, justifica que se intente analizar con minuciosidad no sólo sus efectos, sino también sus causas. El análisis no puede limitarse a la lectura de los motivos incluidos en el documento de la moción; ni tampoco en las explicaciones dadas por quienes la presentan.

La política no es competencia exclusiva de los políticos, sino que nos compete a todos los ciudadanos. Lo que un político haga o deje de hacer repercute en el conjunto de la sociedad. Sobre todo si se trata de un moción de censura como la que acaba de presentar el Partido Socialista contra José Antonio Monago; una moción que, si prosperase, no sólo acarrearía un cambio de presidente de la Junta y de los consejeros, directores generales y otros altos cargos, sino una reforma muy profunda de la administración regional y de la mayoría de las acciones de gobierno que están en marcha.

LA POLÍTICA NO ES COSA DE POLÍTICOS

Guillermo Fernández Vara, candidato a ocupar el puesto de Monago, lleva varios días explicando las razones que le han llevado a presentar la moción de censura y a ofrecerse como candidato a presidir el Gobierno de Extremadura. Son sus razones, pero dan la sensación que no son todas las razones. Ni siquiera las principales.

Cualquier ciudadano tiene el derecho a interesarse por todos y cada uno de los motivos de una moción de censura, a preguntar y hasta a responderse a sí mismo si no le responden o la respuesta que se le da no le convence. La política es un asunto demasiado importante, y caro, para dejarlo exclusivamente en manos de los políticos.

Como periodista y como ciudadano le he preguntado al candidato Guillermo Fernández Vara y a otros destacadísimos políticos extremeños, socialistas y no socialistas, por las causas de la presentación de la moción de censura y no he recibido una respuesta que termine de convencerme. Por eso me pregunto a mí mismo por los motivos y, especialmente, por el detonante de la moción. Tampoco me satisfacen mis respuestas, lo confieso, pero no les doy menos valor que a la mayoría de las que están circulando.

EL BAILE

No me extraña que el PSOE presente una moción de censura, pues está en su derecho; me extraña que no aceptase hacerlo antes y, sobre todo, me asombra que lo haga ahora. A finales de octubre del año pasado, con motivo de la tramitación parlamentaria de los presupuesto regionales para este año, el grupo regionalista PREX/CREX, que tiene dos escaños, desgajado del grupo socialista poco tiempo antes, le pidió al PSOE, con el que había compartido bancada durante más de media legislatura, que presentara una moción de censura, pues es la única formación que ahora mismo tiene suficientes escaños para hacerlo, y que elaborase unos presupuestos diferentes, ya que en el caso contrario lo sensato era intentar mejorar el texto presentado por el Gobierno. Los socialistas rechazaron la solicitud de sus antiguos socios. Pueden argumentar los diputados socialistas que ellos bailan cuando quieren y no cuando les invitan a bailar. Pero es que ahora son precisamente ellos, los diputados del PSOE, con Vara a la cabeza, los que quieren sacar a bailar a los mismos regionalistas cuya invitación despreciaron. ¿Por qué? ¿No era más fácil empezar entonces a hacerle frente a los problemas (pobreza, deuda, paro, divergencia, injusticia, desigualdad...) que el PSOE incluye en su justificación de la moción de censura que hacerlo ahora? ¿Era en octubre menos urgente la necesidad de cambiar el rumbo de Extremadura que lo es ahora, cuando los indicadores macroeconómicos empiezan a ofrecer datos y hasta rumbos que, si no resultan plenamente satisfactorios, al menos son alentadores? ¿Va a ser verdad, como acaba de afirmar la vicepresidenta Cristina Teniente en el Parlamento extremeño, que el PSOE presenta ahora la moción de censura precisamente para frenar esos indicios de recuperación? ¿O es que Vara ha esperado a que empiece a amainar la tormenta para tratar de acceder al Gobierno en una coyuntura más favorable para sus intereses, dejándole lo peor del aguacero a Monago?

¿VARA QUIERE GOBERNAR?

¿De verdad quiere el PSOE volver a gobernar Extremadura en estos momentos, aunque sea en una situación de crisis, con unos Presupuestos que desaprueba y no puede cambiar, echándose en los brazos de dos grupos minoritarios (IU/Verdes y PREX/CREX) y comprometiéndose a cambiar el panorama económico y social en un santiamén? ¿Qué tendrá que darle el PSOE a IU y a PREX/CREX para que le ayuden con todas sus fuerzas a gobernar, comprometiéndose a sufrir el desgaste que ello conlleva en vísperas de las elecciones? ¿Bastará con un par de consejerías? Se suele decir que IU/Verdes apoya al PP/EU, pero lo cierto y verdad es que se limita a dejarle gobernar. IU se abstuvo en la investidura de Monago, permitiendo que gobernase la lista más votada, y apoya la ley de presupuestos, que son la llave de cualquier gobierno, ya que sería estúpido dejar que alguien llegue al Gobierno para luego no dejarle gobernar. Pero IU/Verdes vota muchas veces a favor del PSOE y, como grupo parlamentario en la oposición, mantiene una actitud crítica hacia el Ejecutivo de Monago. Al PSOE, en cambio, tendría que defenderlo a capa y espada, continuamente. Y lo mismo tendría que hacer PREX/CREX, pues de lo contrario, los 32 escaños del PP/EU tendrían maniatado al gobierno de Vara, que sólo cuenta con 28 diputados y necesita otros 5. Ni uno más ni uno menos.

¿De verdad quiere el PSOE volver a gobernar Extremadura ahora o, conocedor de las dificultades a las que debería enfrentarse antes y después de la moción, sólo pretende aprovechar el rebufo mediático de la iniciativa? ¿La moción es un test del PSOE para medir la resistencia de Vara o un intento de reactivar su imagen para objetivos todavía no desvelados? ¿Cómo es posible que Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que postula a Eduardo Madina como sustituto de Rubalcaba y pide una reorganización del PSOE, haga unas declaraciones argumentando que la moción puede triunfar porque "Extremadura está en una depresión profunda". Ibarra, que llevó de la mano a Vara hasta la presidencia de la Junta y fue su principal crítico después, ¿quiere llevarle a más altas empresas o hundirle definitivamente, apartándole de unas primarias a las que Vara dice estar dispuesto a concurrir y en las que Ibarra no confía?

EL DETONANTE

¿Y cuál ha sido el detonante de la moción de censura? ¿Qué gota ha colmado el vaso? ¿Qué mano mece esta cuna?
Argumenta Vara que si Monago le hubiese aceptado algunas de las propuestas que le planteó en el debate sobre el estado de la región él no hubiese presentado la moción de censura. No pongo en duda que diga la verdad, pero sí afirmo que me parece un argumento insuficiente y una actitud premeditada. Vara fue al debate con la moción bajo el brazo, firmada por todo el grupo. El gesto tiene más de ataque preventivo que de reacción. Además, los desencuentros entre el Gobierno y la oposición son usuales en cualquier parlamento. Incluso cuando entre ambas partes hay menos distancia ideológica de la que separa al PP del PSOE. Se gobierna con el programa propio, no con el de la oposición. Lo inusual es que el Gobierno y la oposición vayan de la mano. Eso es lo raro. Mucho más raro que el hecho de que canten juntos el nuevo himno del Club Deportivo Badajoz. Y el PSOE lo sabe, pues tras el arrollador triunfo electoral de Felipe González en 1982, la oposición pasó varias legislaturas torturada en el potro del ninguneo. ¿O es que ya nadie se acuerda del famoso rodillo socialista? ¿Y acaso nadie visitó la Asamblea de Extremadura durante los gobiernos egemónicos de Ibarra?

Yo no sé cual ha sido el verdadero detonante de la moción. Si lo supiera lo diría y si lo averiguo lo contaré. No obstante, tengo la impresión de que, por la forma en que se ha gestado, a espaldas de los grupos minoritarios, por lo difícil que será que prospere, por la ingente tarea que tendría ante sí Vara si prosperase, por la estrechez del calendario y por el riesgo inherente a despojar a Monago de la Presidencia, incrementando su actividad regional y nacional y liberándole de ser la diana de todas las críticas de la ciudadanía insatisfecha, tengo la impresión, repito, de que con la moción no se intenta robar el fuego sagrado del poder, sino alumbrarse y calentarse, que fuera hace mucho frío hasta en verano.

Porque la explicación de que el objetivo socialista es asar vivos a los tres diputados de IU/Verdes tampoco me convence. Pedro Escobar, Alejandro Nogales y Víctor Casco no van a perder con una votación más de lo que hayan podido perder, si es que lo perdieron, durante lo que va de legislatura. Y, además, no solo pueden escapar de la hoguera por sus propios medios, sino que hasta pueden poner en la parrilla a los socialistas.

Pero, en cualquier caso, Vara y el PSOE ejercen su derecho, aunque sus razones suenen a sinrazón.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Vara sorprende a Monago con un gancho, pero no le noquea



José Joaquín Rodríguez Lara


Guillermo Fernández Vara, candidato del PSOE para gobernar Extremadura, subió a la tribuna para leer su discurso de respuesta al presidente Monago. Fue la suya una intervención de tono mortecino, muy alejada de lo que se espera de un líder de la oposición. Vara, que escribe bien, es mucho mejor parlamentario que lector, pero aún así su aparente desgana resultaba inexplicable al iniciarse el segundo asalto del debate parlamentario.

El líder socialista se fajaba en su anunciado propósito de hablar de la Extremadura real, pero no se le veía en situación de salir vencedor del combate sobre el estado de la región. El ímpetu de Monago se imponía en el cuerpo a cuerpo.

Así transcurría el debate hasta que Vara alcanzó a Monago con un gancho demoledor: la moción de censura. Fue uno de esos golpes que surgen de repente, como un asteroide maligno, y estalla con una fuerza tremenda en la barbilla del contrincante. Monago no se lo esperaba y tuvo dificultades para encajar el impacto. Se le doblaron las piernas, por un instante se le vio grogui, pero se repuso y continuó el combate dialéctico. Un debate al que, con ese gancho, Vara le había dado la vuelta como si fuese una tortilla. En el Parlamento extremeño se continuó hablando de Extremadura, pero la referencia política e informativa era ya la moción de censura y el protagonismo pasó de los dos grupos mayoritarios -PP/EU y PSOE- y de Monago y de Vara a las minorías, a los tres diputados de IU/Verdes y a los dos de PREX/CREX, cooperadores imprescindibles para desbancar del Gobierno a los populares. El Parlamento de Extremadura se revolucionó, pero muy pronto se vio que el gancho del aspirante, del ya candidato a la Presidencia de la Junta, tenía pocos visos de terminar en KO.

Guillermo Fernández Vara dirigiéndose al presidente
 José Antonio Monago durante el pleno del Parlamento
 de Extremadura. (Imagen bajada de Internet)
El PSOE había acordado presentar la moción de censura dos semanas antes, en una reunión muy restringida de sus principales dirigentes, así que debe de ser una decisión bien meditada. Vara afirma que es una iniciativa suya. Que prospere es casi imposible. Lo sabe hasta Vara. A Monago sólo le falta un diputado para tener mayoría absoluta en la Asamblea y estar blindado contra cualquier moción de censura. El grupo del PSOE inició la legislatura con 30 escaños y ha perdido dos. Vara necesitaría a todo su grupo, a IU y al PREX/CREX para ser presidente en lugar del presidente. El objetivo no es muy difícil de alcanzar, es lo siguiente.

IU consultará con la almohada, su consejo político, si apoya a Vara; PREX-CREX pidió una moción de censura durante la tramitación presupuestaria y el PSOE se la negó, así que anunció que apoyaría los Presupuestos, lo que en la práctica significa apoyar la línea de gobierno. Por ahora parece que sigue en ello. Pedro Escobar, portavoz de IU, dice que Vara no ha hablado con él antes de presentar la moción ni le ha pedido el voto y tampoco espera que le llame. A Escobar le llamarán de Madrid, desde luego.

¿Qué sentido tiene presentar una moción de censura arriesgándose a ganarla cuando sólo falta año y días para que termine la legislatura, teniendo que gobernar con el presupuesto de tu adversario, en una situación de gran crisis económica, obligándote a cambiar de arriba abajo la administración y a cambiarla con prisas, exponiéndote a que las iras adicionales de la insatisfacción ciudadana se dirijan hacia ti, en vez de contra Monago? ¿Por qué presenta el PSOE una moción de censura ahora y no antes, cuando tenía 30 escaños? ¿Y qué consigue Vara con esta iniciativa?

Hay respuesta de todos los colores y para todos los gustos. Le he preguntado directamente a Guillermo Fernández Vara el porqué presenta la moción y su respuesta ha sido rotunda: porque considera que desde el grupo que apoya al Gobierno se le ningunea. "Si Monago me hubiese dicho que acepta este punto y aquel, que está dispuesto a negociar otro, aunque rechazase los demás que le he ofrecido, yo no hubiese presentado la moción, aunque la tenía firmada", me asegura Guillermo Fernández Vara. Es decir, que llegó al pleno pertrechado con la moción de censura, por lo que pudiera pasar y que, inspirándose en lo que Felipe González le hizo a Adolfo Suárez, en 1980, la presentó en mitad del debate.

Otras personas consideran que no es una moción de censura contra Monago, sino contra Izquierda Unida, para castigar a sus tres diputados con el sambenito de la infamia, señalándoles como "traidores" a los ideales de la izquierda, pero Vara lo niega. También niega que sea una estratagema personal para  salir de la escena política por su propio pie. O a hombros.

Todo parece indicar que esta moción de censura no prosperará, que Vara será derrotado por el PP sin necesidad de que le apoyen con su voto favorable desde los grupos minoritarios, pero, mire usted, las mociones de censura las carga el diablo y en muchas de ellas el tiro sale por la culata. Incluso cuando se ganan. La solución, el próximo miércoles, 14 de mayo, por la tarde.

Tercer asalto. Segundos, dentro. IU y PREX/CREX al centro del cuadrilátero, que este enfrentamiento por el poder ha dejado de ser una velada de boxeo para convertirse en un combate de lucha libre. Pressing catch a cuatro.

martes, 6 de mayo de 2014


Monago machaca con el directo de izquierda*


José Joaquín Rodríguez Lara


Parlamento de Extremadura. Primer asalto del debate sobre el estado de la región. En la tribuna de oradores, el presidente Monago. En sus respectivos escaños, la oposición. Lleno hasta la bandera en el graderío.

José Antonio Monago, que bien entrenado vendría a ser un peso medio (hasta 160 libras, 72,562 kilogramos) inició el debate con la intensidad de un peso gallo mexicano. Se batió el cobre sin descanso de campana a campana.

Cierto es que enfrente tenía un saco y no a un verdadero adversario, pues la mecánica del debate y la cortesía parlamentaria impiden que Guillermo Fernández Vara, o cualquier otro líder de la oposición, le replicase en este primer envite, pero enseguida se vio que la intervención de Monago era mucho más que un entrenamiento. El presidente del Gobierno de Extremadura sacó el directo de izquierda y se adueñó del hemiciclo con una batería de propuestas que, en más de un caso, poco o nada sorprenderían en boca de un político de izquierdas. Y no sólo en la de un político del PSOE.

José Antonio Monago, presidente del Gobierno
extremeño en la tribuna de oradores del Parlamento
 de Extremadura. (Imagen tomada de Internet)
Es tan amplia la oferta, en una intervención que, en números redondos, duró 1 hora y 45 minutos, que hasta resulta difícil enumerar las propuestas en un artículo. Pero la estructura del discurso es esta: mi Gobierno cumple lo que promete; las cuentas públicas extremeñas están saneadas; Extremadura inspira actualmente más confianza que hace tres años; vamos a seguir bajando los impuestos; continuaremos incentivando la iniciativa privada de los ciudadanos y, además, pondremos en marcha una estrategia de industrialización con un plan de 1.600 millones de euros en seis años. "Quiero adelantarles 56 propuestas estratégicas, que se concretan en 17 decretos, 12 modificaciones de ley, 6 nuevas leyes y 21 iniciativas". Y toda la oferta tiene como llave maestra esta frase: "Estoy dispuesto a escuchar nuevas propuestas, pero no a aplicar las mismas políticas que nos arruinaron en la legislatura anterior".

Todos los presentes escuchaban en silencio la catarata de iniciativas hasta que Monago mentó a la bicha: "La tierra debe ser para quien la trabaja". A mí, que conté con textos y con fotos la constitución de la primera Asamblea preautonómica en la capilla del parador emeritense, que informé sobre los plenos parlamentarios autonómicos que tuvieron lugar en el salón de actos de la casa de la cultura, de Mérida, que realicé información gráfica y literaria sobre la instalación del parlamento regional en la capilla del antiguo hospital emeritense San juan de Dios, el hospital de los pobres, y que asisto con regularidad a los plenos que tienen lugar en el actual hemiciclo, me dio un vuelco el corazón. ¿"La tierra debe ser para quien la trabaja"? Tuve que restregarme los ojos para convencerme de que quien hablaba desde la tribuna del Parlamento extremeño era el líder extremeño del PP de Extremadura y no Manuel Parejo, histórico líder extremeño del Partido Comunista, que volvía a reclamarle a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, antiguo PSOE, que repartiese tierras entre los pobres.

Pero no, no era Manuel Parejo, era José Antonio Monago, hijo de guardia civil, bombero, doctor en Derecho por Salamanca y presidente del Gobierno de Extremadura, Wikipedia dixit, que llegaba con sus propuestas directas hasta los mismísimos santuarios de la izquierda. El sindicalista y diputado socialista Miguel Bernal no encajó el golpe y, saltándose a la torera la cortesía parlamentaria, le afeó al presidente sus palabras. Monago le replicó preguntándole a Bernal si él tiene la patente de esa máxima agroideológica: "La tierra debe ser para quien la trabaja". Y entre aplausos de unos, recriminaciones de otros, asombro de algunos y el consabido 'yo la vi primero' se reanudó el discurso y volvieron los directos.

El quid de un debate está en como termina y no en como empieza, y en el segundo asalto ya podrán intervenir los portavoces de la oposición, pero el discurso de Monago dejó un runrún en el Parlamento de Extremadura; dejó una sensación que no encontrará usted en las declaraciones que hicieron los portavoces de la oposición, pues todo el mundo compone la figura al retratarse ante los micrófonos y las cámaras. Sobre todo en precampaña electoral. La impresión era palpable: Monago había "descolocado" a la izquierda y más concretamente al PSOE. ¿Y quién decía esto? Lo decía gente de izquierda. Y no uno, ni dos, ni tampoco tres, ni todos del mismo partido. 

Segundos fuera. Segundo asalto.

* DIRECTO de izquierda, de derecha en los zurdos, es un golpe más contundente que el jab. El púgil que lo ejecuta tiene que estar bien apoyado en el suelo y golpear aprovechando el mayor impulso de la cadera, del hombro y del giro del cuerpo. Se utiliza para frenar al rival que 'entra', para desestabilizarle y para golpear con dureza.