viernes, 28 de febrero de 2014

jueves, 20 de febrero de 2014

Las mujeres cazan lejos, pero a los hombres les gusta comprar cerca de su casa


José Joaquín Rodríguez Lara


¿Por qué las mujeres van de compras y los hombres van a comprar? ¿Porque las conexiones entre los hemisferios cerebrales de cada sexo son distintas, como ha demostrado la ciencia? ¿Debido a que la sociedad, es decir ellos y ellas, y milenios de segregación sexual les han impuesto roles diferentes? ¿Por simple cuestión de gustos?

No lo sé, pero estoy convencido de que el asunto viene de lejos y, también, de que tiene una explicación.

Resulta notorio que a la gran mayoría de las mujeres les gusta ir de compras, aunque lo hagan con la intención de no comprar nada; o vayan a comprar algo muy concreto y vuelvan a casa habiendo comprado otra cosa que ni siquiera se habían planteado.

Ir de compras es un reconstituyente para muchísimas mujeres, una terapia que las reanima, las rescata del tedio y les gratifica. Una excursión por las tiendas 'del centro' puede paliar la desazón sufrida por una mujer. Mano de santo.

Ir de compras puede ser un calvario para el hombre.
(Imagen publicada por infobae.com)
Sin embargo, para la gran mayoría de los hombres ir de compras es un suplicio, una actividad aburrida y estresante. Sobre todo si se va acompañando a la mujer. Es por eso que, generalmente, los hombres no van de compras, van a comprar, que es distinto.

Quien sale de compras va a ver si encuentra algo que le guste, lo necesite o no lo necesite. Quien va a comprar busca un artículo concreto porque lo necesita. Afortunadamente, las mujeres y los hombres somos diferentes, hasta en estas intrascendentes cuestiones. ¿Pero por qué? ¿Tan distintas son las neuronas de los unos y de las otras?

¿Y cuándo comenzó esta bifurcación del comportamiento humano? ¿Antes de que el mono bajase del árbol? ¿Ya entonces las monas iban a por comida y los monos a comer? No lo creo, pues parece que ambos sexos comían lo mismo.

Tal vez ocurrió miles de años después, cuando los homínidos primitivos abandonaron los árboles, empezaron a caminar sobre la tierra y diversificaron su dieta con el consumo de carne. Quizá fuera entonces, con la expansión de los pueblos cazadores y recolectores, cuando se repartieron los papeles y, con ello, las aptitudes y los comportamientos.

Al describir la vida de esos pueblos, los antropólogos asignan a los varones la tarea de cazar y a las hembras la de recolectar. Es posible que tal adscrición esté influida por prejuicios machistas acumulados durante miles de años y todavía muy presentes en la sociedad, incluso en los ámbitos científicos, pero ese 'tradicional' reparto de tareas se observa aún en pueblos cazadores y recolectores como los bosquimanos, que viven en el desierto africano del Kalahari.

Ciertamente, la caza primitiva, que debió comenzar con la recolección de carroña, exigía fuerza y agresividad, factores asociados a la testosterona, la hormona de la masculinidad. Pero la actividad cinegética también requiere astucia, paciencia, perseverancia, agudeza en los sentidos y resistencia, características tan patentes en las mujeres como en los hombres. Así que la mujer primitiva también podría haber sido cazadora. De hecho, en algunas especies animales, como los leones, las hembras cazan más y mejor que los machos.

Mujeres bosquimanas, con sus hijos a cuesta, portan
huevos de avestruz y herramientas
para recoger agua y comida.
(Imagen publicada en elmagazindemerlo.blogspot.com)
Entonces, ¿qué impedía que las mujeres saliesen de caza como los varones? ¿La maternidad? Posiblemente. La gestación dificulta la realización de largas caminatas y de ciertos movimientos, pero no tanto como la lactancia natural. La cría humana nace más desvalida que cualquier animal, mama durante mucho tiempo y tarda muchísimo en poder valerse por sí misma. Seguramente todo ello contribuyó a retener a la mujer en la cueva o en el campamento, al cuidado del hogar, palabra que actualmente casi sólo se utiliza con el significado de vivienda familiar, pero que en su origen significaba lumbre, fuego. Por eso era tan importante cuidar el hogar, porque en un mundo sin cerillas ni gas ni energía eléctrica, el fuego necesitaba atención constante, ya que si se apagaba era una tragedia, como se explica muy bien en la película 'En busca del fuego'. El primer gran invento de la humanidad no fue el hacha ni el arco ni tampoco la rueda. Fue el chisquero, el encendedor. Ese sí que es un invento y no el mando de la tele.

Así que la mujer primitiva realizaba tareas que no la obligasen a alejarse mucho del hogar, del fuego, y en vez de participar en partidas de caza que podían prolongarse durante días enteros, buscaba frutos y raíces, alimentos que no se mueven del lugar en el que nacen. Se ha demostrado que su aportación a la dieta familiar era mucho más importante y segura que la de los hombres.

Hombres bosquimanos inician una partida de caza.
(Imagen bajada de Internet)
Ahí debió de comenzar la dicotomía entre el ir a comprar y el salir de compras. El hombre iba a cazar, a perseguir una presa concreta, un animal cuyas costumbres conocía y para cuya captura había desarrollado unas armas y unas estrategias particulares que no servían para cualquier otra especie. Incluso ahora, a pesar del enorme potencial y eficiencia de las armas de fuego, no se realizan los mismos preparativos para ir a cazar liebres que para abatir jabalíes.

La recolección de frutos y raíces, en cambio, no exige tanta especialización ni obliga a perseguir a las presas durante días. Una vez localizado el lugar en el que crece el alimento, basta con desenterrarlo o arrancarlo de las ramas, o de las colmenas, si se trata de miel, meterlo en la cesta y cargar con él de regreso al hogar. Y si vas a por una fruta y te encuentras otra con la que no contabas, pues aprovechas el hallazgo inesperado. En la recolección hay mucho de recompensa táctil inmediata, como en las rebajas, y de selección entre lo bueno y lo mejor. Esto no es posible en la caza; el cazador no puede palpar la pieza antes de abatirla. Tampoco les compensa desdeñar una presa ya cobrada para buscar otra mejor.

Así que miles y miles y miles de años después, las mujeres siguen saliendo a buscar frutas, a recolectar blusas, hortalizas, medias, leche, faldas, huevos, lencería, galletas y ese bolso que les ha encantado y que estaba muy bien de precio. Y, a su vez, los hombres salen a cazar el pan, a capturar unos alicates o el tubo de silicona para volver a sellar la junta entre el plato de la ducha y los azulejos.

Hay un aspecto muy curioso y significativo en este planteamiento: a las mujeres actuales les encanta alejarse del hogar para hacer la recolección, sobre todo si se trata de comprar ropa y complementos del indumento; sin embargo, los hombres prefieren cazar al lado de casa. Parece un contrasentido, ¿no? Pues no, no lo es. Tantas caminatas interminables detrás de la presa y tantos miles de años sin poder alejarse del hogar deben de quemar, deben de quemar muchísimo.



De Barcarrota a Valverde

Se me arrimó tanto la guarra
que hasta tuve que frenar.
Me pasó en la carretera
pasando por Matacebá.
¡Qué andares tenía la serrana,
que pinta tan descará!
Con modales de marrana,
hosca, sucia y sin depilar.


jueves, 13 de febrero de 2014

El vendaval del aborto zarandea a Extremadura


José Joaquín Rodríguez Lara


El Parlamento de Extremadura acaba de vivir uno de esos debates de gran calado de los que se sale con los pies fríos y la cabeza caliente; muy caliente. Se habló de la reforma de la ley del aborto y se aprobaron dos propuestas de pronunciamiento de la Cámara sobre el asunto. Una de ellas la había presentado el grupo del Partido Popular/Extremadura Unida y la otra, el grupo socialista.

Son dos propuestas que pueden parecer, en cierto modo, complementarias, y hasta coincidentes en el rechazo al anteproyecto de ley del aborto presentado por el ministro Alberto Ruiz Gallardón, pero que son divergentes y antagónicas. Irreconciliables.

El PP/EU pide en su propuesta de pronunciamiento que el Gobierno español dialogue con las fuerzas políticas con el fin de llegar al consenso sobre la reforma de la ley del aborto, "no avanzando en la tramitación del anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Embarazada hasta tanto se haya consumado el referido diálogo y consenso".

La propuesta popular fue aprobada con 35 votos a favor (32 del PP y 3 de Izquierda Unida/Verdes), 28 en contra, del PSOE, y 2 votos en blanco, de la coalición regionalista PREX/CREX.

El grupo parlamentario socialista plantea en su propuesta de pronunciamiento que el Gobierno de España  desista definitivamente de la tramitación del anteproyecto Gallardón para la reforma de la normativa sobre el aborto y mantenga la ley actual, que fue aprobada durante el gobierno de Zapatero.

La propuesta socialista fue aprobada por 33 votos a favor (28 del PSOE, 3 de IU/Verdes y 2 de PREX/CREX) y 32, del PP/EU, en contra.

Damián Ramón Beneyto Pita, de PREX/CREX,
entrega su voto a la Mesa de la Asamblea.
(Imagen distribuida por el Parlamento de Extremadura)
Si ya resulta chocante que un parlamento apruebe en el mismo pleno y en el mismo debate, aunque las propuestas se votasen por separado, dos iniciativas legislativas que le proponen al Gobierno del Estado sendas acciones opuestas, dialogar y tramitar el anteproyecto de ley y retirarlo definitivamente sin necesidad de diálogo, lo más extraño no es eso, sino la votación, que encima fue secreta, porque lo pidió el PP, pero con vistas, porque tanto IU como el PSOE se dedicaron a enseñar la papeleta de voto. Algo perfectamente reglamentario, según explicó Fernando Manzano, presidente de la Cámara.

Para empezar, son dos propuestas de los grupos mayoritarios del Parlamento, PP/EU y PSOE, que salen adelante porque los grupos minoritarios, IU/VV y PREX/CREX, quieren que salgan.

Pero hay más: IU/VV votó a favor de ambas debido a que no le satisface ninguna de las dos. IU/VV considera insuficiente la ley Zapatero sobre el aborto, que el PSOE quiere mantener en vigor con su propuesta, porque no obliga a los médicos de los hospitales públicos a realizar abortos. A pesar de lo cual le dio 'three points'. 'La proposition socialiste, trois points'.

Víctor Casco y Pedro Escobar, con el voto en los labios,
para que se vea el sí de IU/VV, en sus escaños.
(Imagen distribuida por el Parlamento de Extremadura)
Y tampoco le gusta a IU/VV la propuesta del PP/RU sobre el aborto, así que le dio otros tres votos, con el objetivo de agravar las grietas que el debate sobre el aborto parece estas causando en el PP, según explicó el diputado de IU/VV Víctor Casco. Explicación de la cual se colige que IU permitió con su abstención la investidura como presidente del Gobierno de Extremadura del popular José Antonio Monago con la secreta intención de conseguir que se estrellase pilotando el Gobierno, y que no ha apoyado hasta hora una moción de censura del PSOE contra Monago, para que el PP se destroce gobernando y que, por supuesto, apoya en cuestiones presupuestarias al Ejecutivo de Monago para hundirlo en la miseria. ¡Ozú, mi arma, que malaje qu'e usté!

Y PREX/CREX también da para unos párrafos. Sus dos diputados no estuvieron en el debate de las propuestas como protesta al considerarse maltratados por la Mesa de la Asamblea. Protestar con el silencio es una forma curiosa de protestar, pero bueno. Volvieron al comenzar las votaciones. Votaron en blanco la propuesta del grupo PP/EU; es decir, no la rechazaron. Y votaron a favor la del grupo socialista, lo cual resultó imprescindible para que fuera aprobada. Pues a pesar de no haber rechazado la propuesta popular y de haber sacado adelante con sus dos votos la propuesta socialista, su portavoz declaró ante los periodistas que el Parlamento extremeño sufre de esquizofrenia al aprobar dos propuestas opuestas sobre un mismo asunto. Y añadió que cuando el presidente Rajoy las reciba no sabrá con cual quedarse.

Si hay tal esquizofrenia en el Parlamento extremeño, uno de los agentes causales es PREX/CREX. Si la coalición regionalista no hubiese votado o hubiese votado en contra de ambas propuestas estaría al margen de lo ocurrido. Pero al no rechazar la popular y sacar adelante la socialista, pasó de ser un simple factor predisponente del brote psicótico parlamentario, como integrante de la Cámara, a un factor desencadenante del episodio esquizofrénico agudo al votar primero en blanco y luego en rosa.

Argumenta en su defensa PREX/CREX que votaron así por coherencia, porque en un pleno anterior lo habían hecho en el mismo sentido. Pero la coherencia no está en repetir los actos calcándolos unos de otros, ya que las circunstancias pueden cambiar. Coherencia es actuar tal y como se piensa, mantener una actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan, dice la RAE, y no parece muy coherente hacer algo voluntariamente y descalificar sus consecuencias minutos después sin arrepentirse de lo hecho. Salvo que el principio que se profese sea precisamente el de la incoherencia.

Lo que daría uno por verle la cara a Mariano Rajoy el día que lea, si es que las lee, las dos propuestas sobre el aborto aprobadas en batería por el Parlamento de Extremadura. Desde luego es casi imposible y muy arriesgado, tratándose de Rajoy, suponer lo que hará con ellas. ¿Aplicará las dos? ¿Aceptará una y desechará la otra? ¿Tirará a la papelera las dos propuestas? ¿Alguien sabe con qué fuerza hay que soplar en Mérida para que Rajoy se despeine en Madrid?



jueves, 6 de febrero de 2014

- La primavera extremeña es corta, intensa e inolvidable,
 como corresponde a la primera pasión de los campos.


martes, 4 de febrero de 2014


El gigante y las musarañas


José Joaquín Rodríguez Lara


A un euro estaban los tres manojos de espinacas, de huerta, en el mercadillo de Badajoz este martes. No llovía sobre el antiguo ferial pacense, pero el cielo tenía goteras.

Mientras caminaba entre los tenderetes de lona, miré a las nubes, para afearle su comportamiento, y las quillas de mis ojos encallaron en la torre de Caja Badajoz. Me pareció más solitaria y más oscura que otras veces, y mucho más fea que otros días de lluvia sobre el mercadillo pacense.

El mercadillo y la torre de Caja Badajoz
 en un día sin lluvia. (Imagen bajada de Internet)
Tenía foto la torre. Parecía que vigilase los puestos de verduras, de fruta, de bragas, de calcetines, de tiestos... Pero no, no los vigila; sólo los mira con envidia. La torre de Caja Badajoz es el escudo de armas de un imperio ya desaparecido, el esqueleto de un dinosaurio zarandeado por la crisis y definitivamente destrozado por el meteorito Mafo (Miguel Ángel Fernández Ordóñez), por una bola de fuego inclemente que salió del Banco de España y arrasó con todo lo que se le puso por delante, convencida de que el fin justifica los medios, como un Maquiavelo sin ideas ni gloria.

Y al lado del fósil de lo que fue la Caja de Ahorros de Badajoz sobreviven los mercaderes del mercadillo, bajo toldos que casi no les protegen de la lluvia, sobre el suelo húmedo del antiguo ferial, entre cajas de cartón y perchas de plástico.

También a ellos les afecta la crisis, ¿cómo no? Pero han tenido la suerte de sobrevivir al impacto del meteorito que acabó con la Caja. El tamaño importa, pero no garantiza la supervivencia. Cuando todo estalla, lo importante no es ser grande, poderoso y sin fisuras, sino ser pequeño y encontrar una grieta para esconderse hasta que el aire deje de arder.

Mafo acabó con algunos de los dinosaurios que reinaban sobre la tierra, pero los pequeños mamíferos, las musarañas del suelo, que vivían de lo que a los gigantes les caía de la boca, supieron esquivar el golpe y aún sobreviven. Así que, tal vez, los futuros gigantes sólo sean ahora diminutos supervivientes de la crisis y vivaqueen en el laberinto del mercadillo, contemplados con envidia por esa torre de metal, vidrio y hormigon más fea que un cielo con goteras.