jueves, 11 de julio de 2013

La morcilla que alegra el cocido


José Joaquín Rodríguez Lara

La política es una actividad noble y el parlamentarismo, la representación y defensa de los intereses generales de la ciudadanía, la más noble de las actividades políticas.

Cierto es que, tanto por la derecha como por la izquierda, hay políticos delincuentes y es verdad que nada abochorna más al ciudadano honrado que comprobar como vulneran las leyes quienes, por hacerlas y aplicarlas, tienen más obligación que nadie de respetarlas y cumplirlas. Son tiempos duros para quienes aún creemos en la virtud de la honradez, pero los políticos que nos avergüenzan no deberían robarnos también la fe en la eficacia de la política, por muy sinvergüenzas que sean. No se suele tirar una prenda porque se haya manchado; todo lo contrario, se lava a conciencia, se elimina la mancha y la ropa vuelve a estar en perfecto uso.

No obstante, una cosa es que el parlamentarismo sea una noble ocupación y otra es que, además, resulte una actividad entretenida. La mayoría de las veces, las sesiones parlamentarias, especialmente los plenos, se hacen largos, pesados y hasta tediosos. Es difícil mantener la atención ante unos debates reiterativos que invitan a sestear; salvo que alguna señoría, como la diputada socialista extremeña María Isabel Moreno Duque, nos evite el sopor con lo descarnado de sus argumentos, con la visceralidad de sus afirmaciones y con su insistencia en achacar todos los males de Extremadura a que el Gobierno de José Antonio Monago "siestea", del verbo  'siestear'.

María Isabel Moreno Duque, diputada y portavoz
de Vivienda, en el grupo parlamentario
socialistas-regionalistas del Parlamento extremeño.
(Imagen bajada de la página digital
del grupo parlamentario socialista)
El lapsus linguae de su señoría, una diputada joven e indomable, no pasa de la anécdota y a partir de ahora, seguramente dirá sestear y no 'siestear'. En ocasiones son las anécdotas, las morcillas que abren ventanas en el guión, las que le dan sabor y consistencia al puchero parlamentario, a ese cocido en el que unas veces hierven las ideas y otras hacen esfuerzos inhumanos, las ideas, para no dormirse ellas y dormirnos de paso a los demás. El parlamentarismo, que nació para parlamentar, para convencer mediante la palabra, ha perdido gran parte de su esencia: la naturalidad. Casi la totalidad de sus señorías prefieren leer a hablar, escribir el discurso a construirlo desde la tribuna, responder a lo ya sabido o sospechado antes que a lo no previsto.

Sin embargo, a veces salta la sorpresa y, como en las representaciones teatrales, surge la morcilla, la frase no incluida en el guión, que alegra la puesta en escena. En el cumplimiento de las obligaciones propias de su escaño, el diputado socialista cacereño César Ramos defendía una propuesta de impulso instando a la Junta de Extremadura a poner en marcha "un plan estratégico para la comarca de Campo Arañuelo". Una vez expuestas las líneas generales del plan y conocido que Izquierda Unida votaría a favor de la iniciativa, César Ramos que, en el habitual cacheo socialista a Pedro Escobar, actuaba esta vez como policía bueno, resaltó la coincidencia de criterios existente entre el PSOE e IU y afirmó que los extremeños no comprenden que habiendo mayoría de la izquierda en el Parlamento de Extremadura, IU no apoye un gobierno del PSOE.

Pedro Escobar, portavoz del grupo IU-Siex-Verdes en el Parlamento extremeño.
(Fotografía bajada de Internet)
La respuesta del portavoz de Izquierda Unida fue inmediata y contundente. Los socialistas mantienen criterios parecidos a los militantes de Izquierda Unida cuando están en la oposición, vino a decir el portavoz de IU, pero cuando gobiernan, el PSOE se parece mucho más al PP. Por eso perdió el PSOE las elecciones, remachó Escobar, y por eso los socialistas siguen sin comprender que las perdieron. En su réplica, Pedro Escobar no se dirigía a un diputado cualquiera, sino a quien puso en pie el personaje 'Míster Guille', un trasunto del candidato del PSOE utilizado como apoyo a Vara durante las últimas elecciones, y que, por ello, su señoría César Ramos tiene su cuota parte de responsabilidad personal, que diría el otro, en la derrota del presidente Guillermo Fernández Vara.  Por supuesto, de 'Míster Guille' nunca más se supo. 

César Ramos Esteban, diputado del grupo
socialistas-regionalistas, en la tribuna de oradores
del Parlamento extremeño. (Imagen bajada de Internet)
Tirarle los tejos a Escobar fue el principio del fin. La defensa de la propuesta de impulso a favor del Campo Arañuelo que había llevado al diputado César Ramos a la tribuna de oradores quedó, por supuesto, en tercer o cuarto plano del debate y el diputado socialista siguió masajeando al portavoz de Izquierda Unida con afición, pero sin grandes resultados por lo visto.

Minutos después se debatió otra propuesta de impulso, esta vez presentada por IU y defendida por Escobar, para tratar de solucionar los problemas de la empresa Fuentecapala, cuya deriva se observa con preocupación en Navalmoral de la Mata, capital del Campo Arañuelo. La propuesta de impulso de IU fue aprobada por unanimidad. Y no fue la única que consiguió el sí de todos los escaños, porque la política es una actividad noble y el parlamentarismo, es decir, la representación y defensa de los intereses generales de la ciudadanía, incluidos los de las personas que trabajan en la empresa Fuentecapala, la más noble de las actividades políticas.

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