sábado, 9 de marzo de 2013


¿Está Gila? ¡Qué se ponga!


José Joaquín Rodríguez Lara



El hombre es el único animal que no sólo es capaz de matar a un semejante sin motivo ni necesidad, sino que, además, levanta monolitos para recordarlo. Un monumental monolito o todo un sistema métrico decimal: el meteorito que estalló recientemente sobre Rusia medía 17 metros y liberó una energía equivalente a 30 bombas como la que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima. 

No lo digo yo, lo dice el sistema bélico decimal. 

Pues eso no es nada: el asteroide que cayó al norte de la península mexicana de Yukatán medía 15 kilómetros de diámetro y desparramó sobre el planeta Tierra una fuerza mil millones de veces más potente que la bomba atómica de Hiroshima. Imagínese como no sería la explosión, que ocurrió hace más de 65 millones de años y todavía retumba. Sobre todo en Hiroshima.

Gila: https://www.youtube.com/watch?v=TcP6cQy7YT
Así que ya lo ve usted, la maldita bomba de Hiroshima es la vara de medir las desgracias que caen del cielo. Cuando concluya, si queda alguien en pie tendrá que dedicarse a calcular a cuántas bombas de Hiroshima equivale la crisis que nos ahoga, a la que no vimos venir porque nos la lanzaron desde el cielo los angelitos de la banca, de la política, de la construcción, del pelotazo... No será fácil hacer la cuenta, pues en las pantallas de las calculadoras no caben demasiados números y los parados, los negocios cerrados, la gente que se nos va, al extranjero y al más allá, y los millones que nos están robando necesitan escribirse con muchos, pero muchos, dígitos.

La crisis va a terminar con todo salvo, quizá, con quienes la han causado y con el humor y con la mala leche, esa antimateria de la alegría, de quienes la sufrimos. "En Cádiz ya no se baja la basura al contenedor", le oí decir no hace mucho tiempo a un gaditano. "Ahora la basura se sube al frigorífico". La necesidad, el hambre, se puede definir de muchas formas y esta es una de ellas. Si Miguel Gila pudiese descolgar el teléfono se pondría las botas.

Piedrahita: https://www.youtube.com/watch?v=uba-CEdi4_c
El genial humorista nos dejó buenos y muy disciplinados alumnos, pero ninguno llega a la altura del maestro, a pesar de que era más bien bajito. Entre todos los que conozco, me quedo con Luis Piedrahita, que como Gila es un español de pocas carnes que, sin embargo, derrocha ingenio, ternura y capacidad descriptiva.

Esto que digo quizá no venga mucho a cuento, pero me han entrado unas ganas enormes de decirlo porque el hombre es el único animal que no solo mata a sus semejantes sin motivo ni necesidad, sino que, además, hasta es capaz de hacer monologuitos con las tragedias propias y, sobre todo, con las ajenas. 

¿A cuántas bombas de Hiroshima equivaldrá la risa que generan en España las desgracias?


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