martes, 12 de febrero de 2013

- Las palabras son la herramienta del periodista,
que debe mantenerlas limpias y afiladas
para desarrollar su trabajo con la mayor precisión posible. 

Comprendo al periodista que se equivoca -yo me equivoco mucho-,

 pero desconfío del que se despreocupa de los significados

 y huyo como de la peste del que exculpa sus errores afirmando: 

"Pero se entiende, ¿no?"


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