sábado, 16 de julio de 2011

No nos comprenden

José Joaquín Rodíguez Lara


Los Mercados' le llaman, como si no tuviese identidad o fuera esa su gracia. Pero no lo es; tiene nombre y apellido: se llama La Bruja y se apellida Lola. Y si haces el 'mamarracho', gastándote lo que no tienes, La Bruja Lola, alias 'La Mercados', te pone una vela negra y puedes darte por 'jundido'. El mundo está en sus manos y, como esto siga así, bien pronto estará dentro de sus bolsillos. ¿Qué se puede hacer para defenderse de alguien que alberga el convencimiento de que puede arruinarte y enriquecerse a tu costa?

Las valoraciones que hacen las agencias de rating, también llamadas de calificación de riesgo, sobre la solvencia económica de los estados y de las entidades -sean bancos de fuste o sillitas plegables incapaces de resistir una jornada de playa-, se parecen mucho a los horóscopos que publican los periódicos y circulan por las redes sociales. «Sagitario.- Amor: (AAA+) Todo está de su parte para que disfrute de un apasionante romance. Trabajo: (ABC) Perspectivas de cambio. Si tiene empleo, aplíquese; si lo busca, aplíquese más. Salud: (DCC) Hoy no coma sandía. Riesgo de indigestión».

Si Sagitario lee hoy su horóscopo, como por curiosidad, se sonríe y continúa con su tarea, no pasará nada; ni disfrutará de un romance apasionante, ni cambiará su situación laboral ni, mucho menos, se le indigestará la sandía, aunque se coma una pequeña, de siete kilos o así. Pero si Sagitario cree con firmeza en la inevitabilidad de lo que predice su horóscopo de este sábado, mejor será que no se acerque a la frutería, que el roce hace el cariño y lo mismo se descuida y termina despachando kiwis y con empacho de cucurbitácea.

Y lo peor no es que se lo crea Sagitario, sino que Aries, Tauro, Géminis, Alemania, Francia, Suiza, Libra, Escorpio, etcétera también se lo crean y el destino de Sagitario para este sábado se pregone en la cola del paro, en la frutería de Wall Street y el centro internacional de ricos con más dinero que salud.

¡Qué difícil es librarse de la mala suerte -a pesar de que no existe-, cuando medio mundo empieza a mirarte con malos ojos!
En lo de mirar torticeramente, La Bruja Lola y quienes mangonean a los crédulos a través de sus horóscopos son unos benditos al lado de los sacamantecas que, desde el ombligo de tu país o desde la otra barriga del mundo, ven en tu debilidad una forma rápida, sencilla, eficaz y sustanciosa de enriquecerse. Si estás fuerte, te califican AAA+ y se enriquecen invirtiendo en ti; y si flojeas, te califican CCC- y se forran arruinándote. ¿Cómo? Negándote con cuentagotas y a precio de oro el dinero que necesitas y que antes te traían a espuertas.

Usted dirá, pues si es así, que la detengan, que la calificación es una mentirosa, malvada y peligrosa y nos piensa arruinar, ar, ar. Y es verdad, pero la existencia del mundo occidental, y hasta la del mundo chino, se basa en comprar y vender. El mundo entero es un mercado en el que alguien tiene que perder para que otro gane. Hasta los gobiernos se creen los horóscopos de las agencias de calificación. Incluso los usan en sus fábulas macroeconómicas. Y, encima, el dinero es miedoso. El valor del dinero es proporcional a su tamaño. A más capital, más miedo.

Contra el rating no valen pataletas ni acusaciones, ZP. Solo resulta eficaz el trabajo. Trabajar no hace rico a nadie, pero mejora mucho las estadísticas; lo saben hasta los millonarios de cuna. Hay que esforzarse, administrar las cuentas del Estado como si fueran las de una familia modesta, producir bienes y servicios reales y vendibles, no gastar más de lo que se puede ganar, endeudarse solo lo imprescindible, señor Zapatero, y pensar siempre que el primer objetivo debe ser librarse de la deuda.

En definitiva, la solución es trabajar como chinos, esa gente que, para no tener que descansar, ni siquiera se muere. Y ahí están ellos, prestándole dinero a EE UU y quedándose con España jangá a jangá y bar a bar. «Mi bruja no me comprende, Pepín». «Piyín sí complendel a ti. ¿Tú quelel otlo leflesco con lon, no?».


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