sábado, 20 de noviembre de 2010


Por la revolución

José Joaquín Rodríguez Lara


LA antigua pregunta '¿estudias o trabajas?', tan usada hace años en ciertos abordajes, es ya un fósil: si estudia es porque no tiene trabajo, carajo. Ahora hay que preguntar ¿tuiteas, feisbuseas o tonteas, en el Tuenti?

Si ya sabe de lo que hablo y, además, chatea con cierta asiduidad, está usted a la última. Pero si no fuera así, cosa que dudo mucho, a la vista de la explosión cibernética que zarandea a la humanidad, no se preocupe. Aunque Zapatero no pudiera aprender economía en dos tardes -ya se ve-, usted, en tarde y media, puede convertirse en usuaria o usuario apto para navegar por las 'redes sociales'. Basta con que se lo proponga.

Son el antepenúltimo grito en materia de cháchara, una gigantesca marmita en la que bullen pensamientos, canciones, vídeos, datos, jadeos, juergas y soledades. Las 'redes sociales' conforman una tertulia a nivel planetario en la que todos los tertulianos hablan a la vez y, a veces, se escucha a algunos. Como hacen la Patiño y cía. No hay grupo de presión ni empresa ni político ni profesional ni profesor ni corista ni cantante que se precien de serlo y no tengan, directamente o por persona interpuesta, una presencia activa en las 'redes sociales'.

Hasta la reina de Inglaterra, doña Isabel II, está en el cogollo de la telaraña. Hace unas semanas se abrió una cuenta en 'feisbu' y pocas horas después ya eran 60.000 los feisbuseros que le habían rendido pleitesía. Es que la familia real británica es muy moderna y se enorgullece de estar al día en lo que a las nuevas tecnologías de refiere. El año 2008, la reina debutó subiendo un vídeo a YouTube durante una visita a las oficinas de Google. Al año siguiente se creó la cuenta de la monarquía británica en Twitter, así como otra cuenta real en Flickr, y este año ha entrado en Facebook. ¡Para que luego digan que si la abuela Isabel fuma!

Todas las redes sociales -y hay muchas- son, básicamente, iguales: sirven para comunicarse con personas atrincheradas tras el biombo del ordenador; estén al otro lado del mundo, o en su propio mundo, encerradas en la habitación de al lado. No obstante, hay sutiles diferencias entre ellas.

Tuenti, por ejemplo, a la que se entra por invitación, tiene un público preferentemente juvenil y en sus 'vericuentos' proliferan los jjiji y los jojjo, aunque lo que más abunda es la forma jjejje, sin echar de lado al jjajjja. También hay muchas fotografías y te avisa del cumpleaños de los amigos y de sus 'eventos', entre otras cosas útiles.

Facebook es una red con más nudos, que facilita muchísimo las relaciones sociales a distancia y participa, al mismo tiempo, del tonteo, del cotilleo y del choteo entre colegas. Es una red francamente divertida, cuando no hay nada más sabroso que hacer.

Twitter es muy útil y muy seria. Un pestiño. No faltan tuiteros afanados en decirle al mundo que tienen sueño, deseos de comerse un helado o que se van a la playa, pero en Twitter están grandes profesionales y líderes mundiales, desde Obama a Bill Gates, pasando por Liz Taylor, Oprah Winfrey, Fernando Alonso, Mister Chip, el Dalai Lama, CR7, Fernández Vara, que también está en Facebook, 'la Kirchner, (Cristina Fernández de), Kaka, Sergio Ramos, Roselyn Sánchez y Eva Longoria -que tuvo la delicadeza de anunciarnos personalmente a todos sus seguidores que se divorcia-, y por supuesto el comandante Hugo Chávez, jefe de Venezuela. Él habla poco, pero eso sí, sus fans no paran. «Compañeros, por la revolución, por el pueblo, contra el imperialismo, hasta la victoria, siempre».

Por eso estamos en las 'redes sociales'.

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